Trastornos Temporomandibulares

  • Los trastornos temporomandibulares suelen ser causados por problemas en la musculatura o las articulaciones de la mandíbula, o en el tejido fibroso que las conecta.
  • La persona afectada tiene dolor de cabeza y respuesta dolorosa al tacto de los músculos masticadores; también puede notarse chasquidos en las articulaciones de la mandíbula.
  • En general, los médicos o dentistas pueden diagnosticar estos trastornos mediante la exploración física, pero a veces es necesaria una prueba de diagnóstico por la imagen.
  • El tratamiento terapéutico suele incluir el uso de una férula y el alivio del dolor.

Las articulaciones temporomandibulares son las conexiones entre los huesos temporales del cráneo y la mandíbula (inferior). Existen dos articulaciones temporomandibulares, una a cada lado de la cara, justo delante de las orejas. Los ligamentos, tendones y músculos que sostienen las articulaciones son los elementos que permiten el movimiento mandibular.

La articulación temporomandibular es una de las más complejas del cuerpo: se abre y se cierra como una bisagra, y se desliza hacia delante, hacia atrás y lateralmente. Durante la masticación puede tener que aguantar una gran presión según la posición y la salud de la dentadura superior e inferior, que actúan como el tope de una puerta durante el cierre de la articulación. La articulación temporomandibular contiene un elemento formado por un cartílago especial, denominado disco, que evita la fricción entre la mandíbula y el cráneo.

Los trastornos temporomandibulares, denominados anteriormente trastornos de la ATM (articulación temporomandibular), son más frecuentes entre las mujeres veinteañeras y entre los 40 y los 50 años; en casos excepcionales, los bebés nacen con anomalías de la articulación temporomandibular. Los trastornos temporomandibulares incluyen problemas con las articulaciones, los músculos y las bandas de tejido fibroso que los conectan (fascias).

Causas

Con frecuencia la causa de la disfunción temporomandibular es una combinación de tensión muscular y problemas anatómicos dentro de las articulaciones. A veces también interviene un componente psicológico. Los síntomas pueden aparecer al apretar y hacer rechinar los dientes (bruxismo, ver Rechinar de dientes), al sufrir enfermedades sistémicas (como la osteopenia o los trastornos óseos genéticos), a causa de infecciones, al sufrir lesiones, a causa de dientes desalineados (ver Maloclusión) o ausentes, o incluso al mascar chicle constantemente. Las causas específicas incluyen dolor y contractura muscular, afección interna de la articulación temporomandibular, artritis, anquilosis e hipermovilidad.

Dolor y contractura muscular

El dolor y la contractura muscular en la región de la mandíbula (síndrome de dolor miofascial, ver Fibromialgia) se deben, sobre todo, a la sobrecarga muscular, en general como consecuencia de problemas de mala alineación de las arcadas dentales superior e inferior, o debido a la ausencia de dientes, lesiones en la cabeza o en el cuello, estrés emocional, trastornos del sueño o incluso dolor de muelas. También puede producirse dolor al tratar de abrir la mandíbula excesivamente. Del mismo modo, el dolor y la contractura muscular pueden deberse a apretar o rechinar los dientes por la noche, a causa de un estrés psíquico o relacionado con trastornos del sueño. Durante el sueño, se aprietan y rechinan los dientes con mucha más fuerza que cuando se está despierto. El dolor muscular y la tensión son más comunes en las mujeres, y suelen afectar a mujeres alrededor de los veinte años y a las que están en la menopausia o a punto de entrar en ella.